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De Teresina a Belém y un verdadero lomo de Burro!.

Dia 17 de diciembre, Próxima parada Teresina – PI. Salí de Juazeiro-BA con el día un poco nublado con ganas de llover pero hacia el lado que iba se veía despejado así que a la ruta… previo desayunar como los dioses, propio de cualquier lugar del Brasil, desayuno buffet para no encontrar defecto!

El día fue tranquilo hasta llegar a Teresina, como toda gran ciudad y calculando que la ruta pasa casi por el centro, el embotellamiento también fue para no encontrarle defecto! Digamos que parecía un gran estacionamiento.

El hecho de trasladarme muy despacio frenando constantemente me permitió escuchar un ruido extraño en la rueda trasera al frenar y del pedal que variaba la altura constantemente.  En cuanto llegue al hotel vi que el disco trasero estaba todo rayado y que ya casi no tenía pastillas. No se podían haber desgastado en solo 1000 km entonces es que me cayó la ficha, el protector de pinzas! No lo había colocado y era mucho más indispensable de lo que parecía, la rueda levantaba las piedritas del asfalto y muchas se metían entre medio de las pinzas, lo que las destruyo y daño el disco que aun sobrevive (Los siguientes 1000 km los haría sin utilizar el freno trasero pues no conseguiría repuesto hasta Belem).

A la mañana siguiente como todas la mañanas me despierto 5:30 am para intentar salir antes de las 7, cosa bien difícil pues siempre aparecen cosas imprevistas por hacer… en este caso no hago más que dar arranque para ver cómo se derramaba un montón de combustible en el piso y sobre el motor.
A descargar toda la moto, sacar todo el equipaje, para poder sacar el asiento y luego el tanque. Una manguera (la de la bomba al cuerpo inyector) se había salido y las bocas estaban muy agrandadas, otra vez error del piloto/restaurador (tipo jodido pero prevenido) agarré un pedazo de manguera nueva y la reemplace esta vez con abrazaderas! : /

El día hasta Santa Inés – PI (365 km) fue tranquilo respecto a la moto pero bastante inseguro por la cantidad de animales sueltos en la ruta ( chivos, burros, gallinas, caballos y hasta vacas que en el caso de Brasil son puro bueyes, sin contar los animales domésticos cerca de los poblados o los salvajes como hurones, serpientes, comadrejas, etc, etc..)  Llegué temprano al Hotel Monterrey, otro hotel para destacar aunque un poco caro debido a ser el único decente del pueblo.



A la mañana siguiente, al salir a la ruta, mientras aun me acomodaba en mi asiento y observaba por los espejos que todo estuviera bien atado, por el costado del ojo vi que el coche que estaba unos 50 mts delante mío pone balizas, frena y se tira a la banquina… no hago más que girar la cabeza y veo un bulto enorme en medio de la ruta, un gran burro muerto!!!...  esta vez me olvide que no tenía pastillas en el freno trasero! No me alcanzan los pies ni las manos para frenar! Bloquee dos veces pero zafé… estuvo cerca!

Llegando a Belém – PA, lloviznó varias veces lo que hacía parecer que mi Diosito me cuidaba del sofocante calor, aprendida la lección no me coloque nada impermeable, me mojaba y me secaba con el viento con mayor placer!


Día 20 de diciembre, a esperar 4 días por la salida del Rondonia, el navío que me llevaría a Manaos, tiempo suficiente para conocer y hacer las reparaciones necesarias (colocar el protector de pinzas y cambiar las pastillas)



Me hospedé en Residencia B&B un hostel barato pero que vale la pena, te sentís como en tu casa, la mejor opción de Belém. 



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